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martes, 25 de noviembre de 2014

Ernesto Neto, O protesto e a serpente

El cuerpo tiene una enorme presencia en la obra de Ernesto Neto. A lo largo de los últimos 20 años, con una imaginación y habilidad extraordinaria, su escultura ha implicado a los diversos sentidos físicos del cuerpo humano, incorporando literalmente el cuerpo del espectador dentro de la propia obra y, de esta manera, transformando al visitante en un participante autónomo de la experiencia de la obra de arte. Esta estética propia, ya muy asentada, así como el empleo frecuente de formas orgánicas, conforma en gran medida la presente exposición de Neto en la Galería Elba Benítez, titulada O protesto e a serpente (La protesta y la serpiente); sin embargo, las piezas que en esta ocasión podemos contemplar apuntan también nuevos desarrollos, que proceden de las experiencias y las creencias espirituales del artista. Como indica su título, O protesto e a serpente se organiza en torno a dos ejes: por un lado, la protesta – la reacción interna de la sociedad ante sus propias enfermedades - y, por otro, el mundo de la naturaleza: los bosques, las plantas y los animales (entre los que se cuentan los seres humanos); un mundo que, para Neto, representa la única fuente posible de la auténtica curación. Así, la exposición incluye obras con referencias explícitas (como la frase Quem paga o arrego o “¿Quién paga la cuenta?”) que nos remiten a las violentas manifestaciones que sacudieron Brasil en 2013 y que el artista vivió en primera persona, así como obras que yuxtaponen objetos como la cruz o la porra policial, dos objetos que Neto considera “instrumentos de tortura”. En sus palabras: “La imagen de la cruz no es la imagen de Cristo: es la imagen de los que mataron a Cristo”. La exposición se origina en la experiencia reciente, aún inacabada, que el artista comparte con los Huni Kui, un pueblo indígena que habita en los bosques tropicales del Brasil occidental, conocidos por su profunda comprensión del mundo natural y, cuyos rituales, incluyen curaciones chamanísticas y el empleo de la ayahuasca como medicina sagrada. Los Huni Kui representan para el artista la posibilidad de la curación, tanto física como espiritual, así como la reconciliación del ser humano con la propia tierra. Por tanto, sería una alternativa necesaria a las ideologías que han conformado la mayor parte de lo que se considera el mundo más “civilizado”. Como dice Neto: “La tierra es el cuerpo y la naturaleza es la cura”.

“La protesta es una herramienta importante para romper el poder del odio y la estupidez de la avaricia humana, pero nunca nos curará, porque viene del mismo espíritu que la cruz”. En su conjunto, la obra expuesta se confabula para enunciar la potente imagen que tiene Neto del mundo actual; pero, al mismo tiempo, sigue enraizada en el modus operandi artístico que lo caracteriza, centrado en el cuerpo. Por tanto, incluso la producción más reciente y más variada de Neto estaría motivada por el deseo de convertir al espectador en un participante activo y autónomo en la experiencia de la obra de arte. Ernesto Neto (Brasil, 1964) ha expuesto en solitario en los principales museos de todo el mundo, incluyendo el Guggenheim de Bilbao, el Museum of Modern Art de Nueva York, la Hayward Gallery de Londres, el Aspen Art Museum, el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey, el Nasher Sculpture Center de Dallas, el Park Avenue Armory de Nueva York, el Fearnley Museum de Oslo, el Museo de Arte Moderno de São Paulo y el Hirshhorn Museum de Washington. Ha participado en numerosas exposiciones colectivas y bienales, y representó a Brasil en la 49ª edición de la Bienal de Venecia. Su obra forma parte de numerosas colecciones internacionales, públicas y privadas. O protesto e a serpente es la cuarta exposición de Ernesto Neto en la Galería Elba Benítez.
Texto: George Stolz

Galería Elba Benítez
Ernesto Neto, O protesto e a serpente
21 noviembre de 2014 al 24 de enero de 2015

miércoles, 5 de febrero de 2014

Ernesto Neto en el Guggenheim Bilbao


Las piezas del artista brasileño Ernesto Neto (Río de Janeiro, 1964) han sido creadas para atravesarlas, habitarlas, sentirlas e incluso olerlas, lo que permite al espectador experimentar su propio cuerpo, sus sentidos y su mente por medio de la obra de arte. Neto afirma que “lo que tenemos en común es más importante que lo que nos hace diferentes”. Por eso, investiga los aspectos comunes de las relaciones humanas a través de esculturas que apelan a la sensualidad y la corporalidad. Desarrollada en estrecha colaboración con el artista, Ernesto Neto: el cuerpo que me lleva recoge una amplia selección de sus obras desde finales de los años ochenta hasta la actualidad, algunas reconfiguradas en función de nuevas ideas y deseos del artista y de la arquitectura del Museo. Neto pretende crear un espacio para la poesía donde el visitante pueda escaparse de lo cotidiano y consiga dejar de pensar, respirando “directamente de la vida”.

Guggenheim Bilbao, del 14 de febrero al 18 de mayo de 2014
Más información:
www.anotacionesdearte.com/2013/12/ernesto-neto-el-cuerpo-que-me-lleva.html
www.guggenheim-bilbao.es/exposiciones/ernesto-neto-el-cuerpo-que-me-lleva/

viernes, 27 de diciembre de 2013

Ernesto Neto: el cuerpo que me lleva

Camelô Cacho Lavanda Camomila
Ernesto Neto (Río de Janeiro, 1964) protagonizará la primera exposición del año en el Guggenheim Bilbao. Será del 14 de febrero al 18 de mayo y la muestra llevará por título Ernesto Neto: el cuerpo que me lleva.

Para el artista brasileño Ernesto Neto, que se autodefine como escultor, sus obras han sido creadas para atravesarlas, habitarlas, sentirlas e incluso olerlas, lo que permite al espectador experimentar su propio cuerpo, sus sentidos y su mente por medio de la obra de arte y viceversa. Interactuando con el entorno y con las demás personas, el visitante se ve inmerso en una fusión de escultura y arquitectura. Neto afirma: “Lo que tenemos en común es más importante que lo que nos hace diferentes. Me interesa discutir la situación de la Humanidad, la temperatura de las cosas que vivimos. El tránsito de las cosas. El lenguaje”. Por eso indaga, a través de esculturas que dan lugar a la sensualidad y corporalidad, en aspectos comunes de las relaciones interpersonales.

La exposición se desarrolla en estrecha colaboración con el artista y se concibe como un recorrido de alta densidad en el que vivir toda su esencia y la de su trabajo, una experiencia de olor, color, emoción y lenguaje, de acontecimientos sensoriales. Para Neto, una exposición es un lugar para la poesía donde el visitante puede escaparse de lo cotidiano: "Todo el tiempo recibimos información, pero quiero que aquí se deje de pensar. Refugiarse en el arte. Pienso que no pensar es bueno, es respirar de la vida". El viaje comienza en el Atrio del Museo, en el que se instalará una gran pieza, y continúa en las ocho galerías de la segunda planta. Cada sala ofrece al espectador una experiencia distinta y requiere un ritmo diferente para su contemplación o interacción.

Guggenheim Bilbao, del 14 de febrero al 18 de mayo, 2014.