Ayer, martes 26 de julio, tuvo lugar el preestreno mundial de la última creación de la Compañie Marie Chouinard El Bosco: El jardín de las Delicias, en coproducción con la Jheronimus Bosch 500 Foundation de Holanda con motivo del V centenario de la muerte del pintor. La Coreografía consta de tres actos (El jardín de las Delicias, Infierno y Paraíso) inspirada en el famoso tríptico de El Bosco. Este espectáculo, que estará en cartel hasta el próximo 28 de julio, forma parte de la programación de Veranos de la Villa, del Ayuntamiento de Madrid.
La Compañía Marie Chouinard ha sido invitada por Veranos de la Villa para disfrutar de este evento de gran interés para toda la comunidad de la danza en el mundo entero. De esta manera, la Sala Fernando Arrabal de Naves del Español, en Matadero Madrid, acogerá el preestreno de lo que puede ser un hito en la historia de la danza.
Fue la propia directora la que expresó su deseo de arrancar esta producción en la ciudad que acoge en estos momentos la exposición más relevante del pintor holandés.
La reputación internacional de la Compagnie Marie Chouinard es el resultado de 30 años de trabajo de la artista de Montreal Marie Chouinard. Parte integrante de los principales escenarios y festivales, la compañía tiene sus raíces en la primera creación de la artista en 1978, un solo titulado Crystallization (Cristalización). Este trabajo, que demostró inmediatamente su originalidad e integridad, fue seguido por unos 50 trabajos coreográficos, espectáculos de acción, trabajos vocales, instalaciones y películas, en las que perfeccionó su inquebrantable interés en la investigación formal y en los misterios del cuerpo humano en todos sus aspectos. Desde 1978 a 1990, Marie Chouinard actuó sola en el escenario, viajando alrededor del mundo, absorbiendo varias culturas, técnicas y filosofías, que transformaría en un lenguaje personal con una resonancia universal.
En 1990 fundó la Compagnie Marie Chouinard. En los trabajos que ha creado desde entonces, la coreógrafa ha explorado la poética del cuerpo en directas, inteligibles y siempre sorprendentes maneras. Cada nueva pieza es una odisea a través de la historia de la humanidad, mientras evita la cronología o la linealidad de una narrativa. Con un trabajo despojado de su desnuda esencia, se consigue un efecto teatral casi operístico, los elementos del arte vivo son traídos a un primer plano a través de varias técnicas de composición y puesta en escena. El bailarín es presentado como una entidad singular, un ser humano construido cuyas configuraciones rítmicas se despedazan en micro divisiones análogas a las fluctuaciones de la comunicación verbal.
Aunque sus trabajos pueden ser percibidos como provocaciones, son vistos mejor como senderos hacia la libertad y la compasión, donde el humor es posible y Eros omnipresente. La arquitectura del cosmos, la inteligencia interna del cuerpo y la inexhaustible complejidad de sus articulaciones y mutaciones, armonizan formalmente en expertas construcciones en las que estilo y sustancia están en perfecta resonancia.
Su primer trabajo de conjunto, Les trous du ciel (Los agujeros del cielo), 1991, fue aclamado en Canadá, Estados Unidos y Europa. Crítica y público sintieron de igual forma la misma intensidad que en sus solos, mayor por sus numerosos bailarines. “Les trous du ciel, el delicado fruto de una inmensa labor, con su invisible línea compositiva, pertenece primero y principalmente al arte de la poesía”. (Le Devoir, Montreal).
Marie Chouinard ha sido recientemente nombrada como directora de danza de la Bienal de Venecia para el periodo 2017-2020. En 2007, fue nombrada Oficial de la Orden de Canadá. También ha recibido varios premios por su destacada contribución al mundo de la danza, en particular, y las artes, en general. En 2006 recibió el Gran Premio del Consejo de las Artes de Montreal por bODY_rEMIX / gOLDBERG_vARIATIONS; el Centro Nacional de las Artes, como parte del Premio del Gobernador General de Artes Escénicas Premios en Ottawa en 2003 y el premio a la coreografía por la Sociedad de autores y compositores dramáticos (SACD), en París. En 2000, ganó el premio Bessie en Nueva York por el conjunto de su obra y en 1994 el Premio Barco de papel en Glasgow por La Consagración de la primavera, interpretación de la música de Stravinsky que fue representada, desde 1994, en un programa doble junto al Preludio a la Siesta de un Fauno, con música de Debussy. Con su evocativo poder y su energía visceral, el programa tuvo un enorme impacto.
Información generalFecha: del 26 al 28 de julio de 2016
Sala: Naves del Español - Sala Fernando Arrabal
Dirección: Matadero Madrid. Paseo de la Chopera 14
Horario: 21 h.
Precio: 12 €.
Más información:
www.veranosdelavilla.com