Tres modelos yacen tumbados en el suelo de la galería, rodeados de cuerdas y con la cabeza cubierta por un saco, acurrucados unos junto a otros. Al lado de este grupo una modelo de pie, con la misma estética, permanece inmóvil observando un cuadro del artista Matías Sánchez (Tübingen, Alemania, 1972). Sobre la espalda de este último personaje, Marc Montijano ha escrito seis palabras: “Arte, cicatrices, alma. Arte, veneno, burdel”. Finalmente el propio artista toma una silla, previamente ha distribuido unas cuerdas que le unen al grupo a modo de cordón umbilical, y se sienta frente a su obra y observa en silencio el resto de la performance, de la que también pasa a formar parte.
Como ocurre casi siempre, el público en primer lugar enmudece, imbuido en el ambiente creado con la performance. Una belleza perturbadora con la que este artista nos insinúa otra realidad. Poco a poco comienzan a pasear, miran desde la distancia, susurran en voz baja y se convierten irremediablemente en parte de la acción, completando el significado y dándole sentido a esta Celebratio vacuum. Como ha indicado Montijano: “La acción se llama ‘la celebración del vacío’ porque hago una reflexión sobre el universo de vanidades, totalmente absurdo, en el que nos movemos demasiadas veces en el mundo del arte. Una reflexión de la que no me excluyo, soy tan culpable de sus miserias como cualquiera”.
En sus últimos trabajos, el artista ha expresado su visión sobre el mundo del arte en diversas ocasiones. Este proyecto está vinculado con la acción Please, don’t feed the artist (Por favor, no den de comer al artista), que llevó a cabo en el Museo de Jaén en 2016, pieza en la que a través de una mirada irónica hacia una crítica al sistema del arte español, totalmente precario. Pero nada es tan simple, en el mundo simbólico de Montijano, todo tiene una segunda e incluso una tercera lectura. Como dice el artista: “hay que escarbar un poco si quieres entender verdaderamente algo. Obviamente hablo del arte y de los artistas, pero también de la sociedad en general y del materialismo que la domina. Bajo mi punto de vista ‘La celebración del vacío’, podría ser el lema de nuestra sociedad”.
Un elemento que cada vez va tomando más protagonismo en el trabajo de Marc Montijano es la palabra escrita. En numerosos proyectos aparecen frases o textos completos. En esta ocasión es el modelo el que sirve de lienzo, en el que ha plasmado seis palabras que nos dan la clave del significado de esta acción. Para el artista es un proceso natural y lógico: “Lo destacable de mi trabajo son las ideas, que siempre elaboro por escrito, por ello la palabra para mí tiene tanta importancia. Esta performance surge de una poesía, normalmente el origen de toda mi obra son lecturas y textos que escribo”.
La performance, de una hora aproximada de duración, ha tenido lugar el 27 de mayo de 2017, en la galería JM de Málaga, España.