miércoles, 22 de junio de 2016

La Fundación Telefónica deposita su colección cubista en el Museo Reina Sofía para un período de cinco años renovable

El director del Museo Reina Sofía, Manuel Borja-Villel, y el Vicepresidente ejecutivo de Fundación Telefónica, Emilio Gilolmo, han firmado un convenio de depósito en comodato de bienes culturales a favor del Museo mediante el cual la colección cubista, uno de los núcleos de mayor relevancia de la colección de arte de Telefónica, compuesta por 33 obras, fechadas entre los años 1912 y 1933, se incorporan a la colección del Reina Sofía por un periodo de cinco años, renovable. 

Fruto de este acuerdo de colaboración se podrá ver en las salas del Museo una de las más importantes colecciones cubistas existentes en España que recorre, tanto los años centrales de este movimiento, como experiencias de décadas posteriores y ponen de manifiesto la pluralidad de las propuestas y técnicas a lo largo del tiempo. 

Las obras objeto de este depósito han formado parte de la exposición La Colección Cubista de Telefónica, que en los últimos años ha estado viajando por numerosas ciudades de dentro y fuera de España y ha alcanzado la cifra de más de 800.000 visitantes. Tras este acuerdo, son ya un total de 60 obras de indudable relevancia las que Telefónica y Fundación Telefónica dejan depositadas en el Museo ya que, fruto de un acuerdo firmado en 2002, 27 obras ya están depositadas en el Museo (obras de Chillida, Tàpies, Luis Fernández y el propio Juan Gris).

Además de por la calidad intrínseca de la selección, para el Reina Sofía es de excepcional interés la aceptación de este nuevo conjunto porque supondrá un refuerzo a su colección cubista. Esto permitirá una lectura más completa en las salas dedicadas a la ruptura cubista del espacio, o a la denominada Juan Gris. La reordenación de la mirada moderna. 

También es importante la incorporación de trabajos de artistas hasta el momento no representados en la colección, como Huidobro, Louis Marcoussis o Jean Metzinger, entre otros. Destacan por su relevancia cinco de Juan Gris, (fechados entre 1918 y 1926-27) considerado por muchos especialistas el refundador del cubismo y sin duda el representante de una nueva definición del movimiento, en la que estuvieron también implicados numerosos artistas que adoptaron el lenguaje cubista como María Blanchard , Vicente Huidobro, Albert Gleizes, Jean Metzinger o André Lhote. También hay que destacar la valiosa aportación de estas obras a la experiencia de la modernidad en Latinoamérica, uno de los núcleos clave en la colección del Museo. Sirva como ejemplo que Xul Solar incorpora junto al cubismo otras influencias o que el brasileño do Rego Monteiro, postcubista con una economía cromática y sintética, está también influido por las raíces primitivas de Brasil.

Esta selección también pone de manifiesto la influencia que Juan Gris y el movimiento cubista ejercieron en la formación de la modernidad artística española y latinoamericana (Barradas, Do Rego, Huidobro, Torres-García, Emilio Pettoruti…). Estos artistas y poetas que participaron del cubismo tuvieron un papel principal en la modernización del arte español y latinoamericano transportando y transformando el movimiento a ambos lados del Atlántico. Cabe mencionar los casos del poeta Vicente Huidobro o del pintor Joaquín Torres-García; ambos forman parte de una tradición universalista en la órbita de un clasicismo, que deriva de los postulados de Juan Gris, quién a través de su faceta teórica y literaria le lleva a ser el mentor del cubismo literario de Huidobro. El cubismo de Gris también influirá en el ultraísmo, o primera vanguardia española. Con el tiempo germinará en el universalismo constructivo de Joaquín Torres-García. Son estilos de síntesis que simplifican las formas y promueven las relaciones geométricas abstractas sobre una estructura que otorga unidad a la obra.

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