Alud, Thessaloniki Performance Festival, Grecia, 2011. |
FUENTE: HOMINES.COM
La artista guatelmateca Regina José Galindo, ha rechazado su participación en la Duodécima edición de la Bienal de La Habana a la que había sido invitada.
Regina José Galindo (Ciudad de Guatemala, 1974), tiene una dilatada experiencia internacional y ha participado en eventos de la talla de las Bienales de Venecia, Sydney, Moscú, Valencia y Praga entre otras, también ha sido premiada en distintas ocasiones por su trabajo. Ha presentado exposiciones individuales y colectivas desde 1999. Está especializada en performances en los que emplea su cuerpo para expresarse y en obras de vídeo. Por todo ello es por lo que era una de las invitadas a La Bienal de La Hana que se celebrará entre el 22 de mayo y el 22 de junio.
Esta decisión la ha tomado en solidaridad con Tania Bruguera y El Sexto, artistas actualmente reprimidos por el régimen.
Tania Bruguera fue encarcelada en Cuba tras de anunciar una performance en el que los asistentes podían expresar sus opiniones delante de un micrófono durante un minuto. Fue liberada pero aún hoy tiene retenido su pasaporte. Por su parte, el grafitero El Sexto sigue en prisión por preparar otra representación en la que iba a soltar dos cerdos con los nombres "Raúl" y "Fidel" pintados en sus cuerpos.
La artista señala en la carta, dirigida a los organizadores de la Bienal, que no puede viajar a la Isla y presentarse "como si nada alrededor pasara". Así que, añade, "no quiero llegar a Cuba y disfrutar de privilegios mientras los otros alrededor son reprimidos".
Galindo explica que viajará a la Isla para realizar una performance y se irá depsués: "Viajaré exclusivamente al campo donde se realizará la acción y mi curador y su equipo italiano serán mi único contacto con la organización. Viajaré expresamente para la performance y volveré, inmediatamente a mi país, al culminar mi trabajo. Del aeropuerto al campo, del campo al aeropuerto. No daré entrevistas y declaraciones, sólo haré mi trabajo, que es lo que mejor sé hacer y es mi arma".
La artista agrega que la decisión la tomó "por respeto a Tania Bruguera", de quien dice haber aprendido mucho, y también por respeto a El Sexto, "a quien no conozco personalmente pero admiro por su coraje".
Carta de Regina José Galindo:
No quiero dar grandes explicaciones, ni argumentar largamente, ni justificarme. Soy guatemalteca, no cubana. Quizás, a mí en lo personal, me faltan herramientas para teorizar analíticamente la situación, pero me sobra empatía.
La decisión ha sido difícil, demasiado. Lo he pensado por mucho tiempo.
He esperado que las circunstancias cambiaran o mejoraran durante semanas. Muy al contrario, la tensión aumentó y el silencio -por parte de muchos- creció.
No puedo, no debo y no quiero viajar a la Habana y participar de una celebración cuando, a mi parecer, hay muchas cosas por las que pelear y no celebrar.
No puedo viajar a Cuba y presentarme como si nada alrededor pasara. No quiero llegar a Cuba y disfrutar de privilegios mientras los otros alrededor son reprimidos. Me ha costado tomar esta decisión porque a lo largo de casi un año estuve trabajando muy de cerca con mi curador, Giacomo Zaza, un persona con una ética indiscutible a quien respeto y admiro por su visión y coherencia. Esta postura le afecta también a él.
La decisión que he tomado es no participar de celebración alguna. Viajaré a La Habana, específicamente para poder realizar mi trabajo y que mi cuerpo sea el cuerpo de mi performance CAÑA. Viajaré exclusivamente al campo donde se realizará la acción y mi curador y su equipo italiano, serán mi único contacto con la organización. Viajaré expresamente para la performance y volveré, inmediatamente a mi país, al culminar mi trabajo. Del aeropuerto al campo, del campo al aeropuerto. No daré entrevistas y declaraciones, sólo haré mi trabajo, que es lo que mejor sé hacer y es mi arma.
Esta decisión fue tomada por respeto a Tania Bruguera, a quien nos unen tantísimos años de conocernos y de quien he aprendido tanto; por respeto a El Sexto, a quien no conozco personalmente pero admiro por su coraje; por esos seres rebeldes que no se limitan a acatar las reglas y no guardan silencio. Y, principalmente, porque la empatía, en tiempos de crisis, es lo último que se pierde.