lunes, 28 de mayo de 2018

Mañana se inaugura la exposición monográfica de Joan Brossa en Artium con más de 600 obras y abundante documentación

Artium, Centro-Museo Vasco de Arte Contemporáneo, y el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (MACBA) presentan la exposición Poesía Brossa (Sala Norte, desde el 29 de mayo hasta el 23 de septiembre de 2018), una revisión de la obra de Joan Brossa que reúne más de 600 obras y abundante documentación, desde sus primeros libros hasta sus últimas indagaciones plásticas, pasando por el teatro, el cine y las artes de acción. La poesía de Joan Brossa suma acciones, imágenes y objetos, por lo que uno de los retos de esta exposición es vincular la oralidad y lo performativo a las convenciones museísticas. Por ese motivo, un grupo de performers desarrollará la obra de Brossa en la sala de la exposición durante la primera semana de la exposición. Poesía Brossa está comisariada por Teresa Grandas y Pedro G. Romero y ha contado con la colaboración de la Fundació Joan Brossa, gracias a la cual se ha podido incluir una vasta selección de documentación. 

Esta exposición monográfica de Joan Brossa (Barcelona, 1919-1998) reúne más de 600 obras y una abundante selección de documentación procedente del Fondo Joan Brossa del MACBA, en un recorrido que muestra la consolidación de su lenguaje artístico a través de sus investigaciones plásticas, poesía, teatro, cine y las artes de acción. Brossa es poeta, pero sus trabajos siempre se encuentran en el cruce de lenguajes, por lo que la exposición enfatiza su poiesis, su manera de hacer, su proceso creativo. Brossa abre un espacio nuevo, el espacio en el que la poesía suma acciones, imágenes y objetos. En ese sentido, la muestra supone una revisión de su trabajo a partir de tres cualidades: la oralidad, lo performativo y la antipoesía. 

Brossa desarrolla su práctica artística desde los años cuarenta, en un contexto sociopolítico marcado por la dictadura franquista y en una situación cultural caracterizada por la ausencia de propuestas vanguardistas e innovadoras. Desde sus inicios, lleva a cabo un trabajo de renovación estética fundamentado en la investigación literaria y artística. Hasta el momento de su muerte, su extensísima producción no deja de buscar nuevas formas de expresión y de experimentar con diferentes medios. 

Poesía Brossa se inicia en el momento en que se forjan y definen los rasgos de su poética, con sus primeros escritos que datan de la guerra civil española, y concluye confrontando y poniendo en diálogo su obra con la de Marcel Mariën, Ian Hamilton Finlay y Nicanor Parra. A lo largo del recorrido se recogen aspectos destacables del universo Brossa como la crítica a la mercancía, el concepto poético del lenguaje, la lectura de Brossa como antipoesía o el transformismo. También se manifiestan gestos y acciones políticas como el encierro de intelectuales en Montserrat en 1970 o el itinerario antiturístico por Barcelona, que constituyen algunos de los casos de estudio incluidos en la exposición. 

Poesía Brossa se estructura en cinco ámbitos. En el primero de ellos se recogen sus primeros escritos, así como obras que muestran cómo toma partido por Miró frente a Dalí, su giro materialista afín al desplazamiento informalista de Tàpies o la influencia de Joâo Cabral de Melo, entre otros aspectos. En el segundo se expone una amplia selección de las Suites (1959-1969) y los Poemas habitables (1970), en los que Brossa incorpora elementos a modo de juegos o diálogos con la página que tienen como resultado un rico lenguaje poético basado en intervenciones mínimas. 

El tercer ámbito revisa la poética brossiana a través del transformismo y de lenguajes no considerados convencionalmente artísticos pero que él incluye en su gramática personal, como el estriptis y la magia, entre otros. El penúltimo apartado es una recapitulación visual que presenta las obras a partir de un diseño expositivo inspirado en tres exposiciones realizadas entre 1988 y 1989 en tres galerías (Mosel & Tschechow de Múnich, La Máquina Española de Madrid y Joan Prats de Barcelona). Por último, un apartado sobre las Constelaciones Brossa amplía las referencias hacia otros artistas con los que Brossa evidencia numerosas coincidencias temáticas, formales y conceptuales: el belga Marcel Mariën, el escocés Ian Hamilton Finlay y el chileno Nicanor Parra.

Sobre Joan Brossa
Poeta en el sentido más amplio de la palabra, Joan Brossa (Barcelona, 1919-1998) produjo una extensa obra que comprende experimentaciones en diferentes lenguajes. En los años cuarenta conoció al poeta J. V. Foix, uno de sus referentes literarios, y también al filósofo Arnau Puig y a los artistas Modest Cuixart, Joan Ponç, Antoni Tàpies y Joan-Josep Tharrats. Con ellos fundó el grupo y la revista de vanguardia Dau al Set (1948), en la que colaboró con textos surrealistas que consistían en la escritura de imágenes oníricas e hipnagógicas –producidas en el tránsito entre la vigilia y el sueño- próximas al automatismo psíquico. Fue el inicio de una amplia obra literaria que utilizaba el lenguaje como medio de experimentación y que condujo a su autor a la poesía visual, la dramaturgia, la escultura y la performance. 

Los elementos de su poesía, como la ironía, la asociación, la descontextualización y el rechazo de la diferenciación entre palabra y objeto, cristalizaron en la confección de objetos. Su trabajo refleja las inquietudes que se habían ido acumulando a lo largo de su itinerario poético: la búsqueda de la magia cotidiana, la denuncia social y la transgresión. Al final de su vida, Brossa recibió un amplio reconocimiento con numerosas traducciones de su obra escrita, exposiciones de su producción artística y premios, que le situaron como una de las principales figuras de la vanguardia catalana. 

Además de su producción literaria, la producción plástica de Brossa pudo verse en numerosas exposiciones y retrospectivas entre las que destacan la de la Fundació Joan Miró de Barcelona (1986), el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid (1991) y nuevamente en la Fundació Joan Miró de Barcelona (2001).

Actividades vinculadas a la exposición
Desarrollo de la obra de Joan Brossa (performances). Con los performers Idoia Zabaleta, Txubio Fernández de Jauregi y Pako Revueltas
Martes 29 de mayo (inauguración de la exposición), de 20:00 a 22:00 horas
Miércoles 30 y jueves 31 de mayo, de 18:00 a 19:30 horas
Sábado 2 de junio, de 12:00 a 13:30 horas y de 18:00 a 19:30 horas
Domingo 3 de junio, de 12:00 a 13:30 horas

Hablemos de Brossa
Miércoles 13 de junio .Teresa Grandas, co-comisaria de la exposición Poesía Brossa
Viernes 22 de junio. Roger Bernat, director de escena. 
Martes 4 de septiembre. Iñaki Gracenea, artista. 
Jueves 13 de septiembre. Manu López Gaseni, escritor

miércoles, 9 de mayo de 2018

'Atlas Elipticalis' de José Maldonado en la Galería Helga de Alvear

Atlas Elipticalis indaga la complejidad de los modelos de relación y la sobreabundancia de elementos, emocionales o intelectuales, físicos o psíquicos que ligan o tejen la vida y hacen de ella un estado vibrante en el que nos agitamos… pero casi nunca sin ofrecer resistencia. Resistencia que expresamos con esfuerzo y con herramientas que desarrollamos con mayor o menor destreza espiritual o técnica.

El proyecto parte del establecimiento de una relación esencial, orbitación, entre objetos muy básicos pero con un potencial de evocación, función y utilidad probablemente altos: Post-iT(s) de diferentes colores de una misma colección (rosa, amarillo, azul y verde) que en cierto modo devienen iconos vacíos del pop y máquinas alegóricas que intentan mostrar el paso y la fugacidad del tiempo en el espacio. Los Post-iT(s) son sometidos a una serie de procesos y técnicas de representación que pretenden excitar su potencial de evocación estética y poética, pero también su utilidad y función para reflexionar desde y sobre modelos de análisis semiótico, óptico, geométrico y físico que se entrelazan y fusionan con lo poético para producir sentido estético.

En esta ocasión José Maldonado cuenta con la colaboración de un grupo de artistas que desarrollan su actividad en diferentes campos de la estética y la creación contemporánea. Se trata de Mieke Bal, Agustín Fernández Mallo, Kenneth Goldsmith y Tálata Rodríguez, que aportan sus ideas sobre la probable y relativa conexión existente entre el par elipse y elipsis. Sus reflexiones son grabadas en cintas magnetofónicas de audio y adheridas a grandes campos de color pintados y sutilmente texturizados para orbitar en torno a ellas mismas.

Atlas Elipticalis de José Maldonado
Lugar: Galería Helga de Alvear
Dirección: Doctor Fourquet 12, Madrid
Fecha: Del 10 de mayo al 14 de julio de 2018
web: www.helgadealvear.com

Cintia Lund hasta el 12 de mayo en la Fresh Gallery

Un verano en el Hotel Gershwin de Nueva York una jovencísima Cintia Lund de tan solo 16 años y vestida a lo Edie Sedgwick es invitada a celebrar el cumpleaños de Andy Warhol, que se organiza cada año en dicho hotel. Esa noche El Dj Tennessee es capaz de colarla en la fiesta a pesar de su edad, Cintia descubre en un ambiente que recrea la factory todo un mundo que desconocía pero del que sabía quería formar parte. 

Con una inmensa proyección de Edie Sedgwick a sus espaldas, Cintia interpreta la canción de Nancy Sinatra, "Bang Bang". Después de esa noche Lund se enamora de Warhol y de la factory y sueña con haber formado parte de ese ambiente. 

Su primer álbum discográfico "New York Anthem" "Himno de Nueva York", es sin duda un homenaje a la ciudad de los rascacielos y a la factory. La portada de su vinilo lo dice todo, donde Lund aparece como si fuese el mismísimo Andy Warhol y sujetando una polaroid de la cual sale una foto del Empire State Building y por supuesto con un fondo plateado. 

Cintia Lund es una artista multidisciplinar y lo demuestra con esta exposición en la Fresh Gallery, Cintia nos muestra una serie de autorretratos ya sea con técnica lenticular, fotomontaje y fotos análogas, también nos presenta video, instalación y moda, para así compartir con todos lo que ha sido la inspiración de su debut álbum.

"N.Y.A", de Cintia Lund
Lugar: Galería La Fresh Gallery.
Dirección: Conde de Aranda, 5, Madrid.
Fecha: del 8 de mayo al 12 de mayo de 2018
Comisario: Fernando Martin Diez-Cabeza.

martes, 8 de mayo de 2018

El escultor Julio López ha fallecido a los 88 años de edad

Hoy, 8 de mayo, ha muerto en Madrid Julio López Hernández a los 88 años de edad. Julio fue uno de los protagonistas de la exposición Realistas de Madrid, que se pudo ver en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza entre febrero y mayo de 2016. 

Julio López y su mujer, la pintora Esperanza Parada (San Lorenzo de El Escorial, Madrid, 1928 - Madrid, 2011), pertenecen al grupo histórico y generacional de pintores y escultores que han vivido y trabajado en Madrid desde la década de 1950, unidos tanto por el vínculo de su formación y de su trabajo como por sus relaciones personales y familiares. Además de Julio y Esperanza, este grupo lo componen Antonio López García (Tomelloso, Ciudad Real, 1936); su esposa, María Moreno (Madrid, 1933); el escultor Francisco López Hernández (Madrid, 1932-2017), hermano de Julio; su mujer, la pintora Isabel Quintanilla (Madrid, 1938-2017) y Amalia Avia (Santa Cruz de la Zarza, Toledo, 1930 - Madrid, 2011), casada con el artista Lucio Muñoz. No todos nacieron en Madrid, pero este ha sido el lugar principal de residencia y trabajo de todos ellos. 

En palabras de Guillermo Solana, director artístico del Museo y comisario junto a María López de la exposición que tuvo lugar en el Thyssen, “la estética de Julio está dominada por el valor expresivo del gesto y de la máscara, el fragmento y la ruina ... Julio López subordina la forma a lo narrativo. En sus piezas siempre queda algo de ese argumento, aunque solo sea una mínima anécdota". 

Julio López Hernández nació en Madrid en 1930 y estudió, junto a Lucio Muñoz (Madrid, 1929-1998), en la Escuela Superior de Bellas Artes. Se había iniciado muy joven en la escultura en el taller de orfebrería fundado por su abuelo y continuado por su padre. En 1955 participa en una exposición colectiva en las salas de la Dirección General de Bellas Artes con Antonio López, su hermano Francisco y Lucio Muñoz. Con motivo de esta muestra conoce a la que será su esposa, la pintora Esperanza Parada con la que se casará en 1962 y tendrá dos hijas, Esperanza y Marcela. 

En 1980 se celebra una exposición antológica de su obra en el Palacio de Cristal del Retiro de Madrid y en la misma década, en 1986, es nombrado académico de la Real Academia de San Fernando. Fruto de un encargo del Ayuntamiento de Valladolid, en 2001 se instala en el claustro del Museo Patio Herreriano el Retrato de sus majestades los reyes de España don Juan Carlos y doña Sofía realizado en colaboración con Francisco y Antonio López. 

Mañana, miércoles 9, a las 11.00 horas, se celebrará una misa en la Capilla del Tanatorio de San Isidro y, a continuación, el entierro en el Cementerio Sacramental de San Isidro de Madrid.

Vía: Oficina de Prensa Museo Nacional Thyssen-Bornemisza

El Museo del Prado exhibirá 'La última comunión de san José de Calasanz' de Goya

El Museo del Prado y la Orden de las Escuelas Pías de la provincia de Betania han formalizado hoy, 8 de marzo, un convenio en virtud del cual el Museo del Prado recibirá en préstamo temporal durante un año, prorrogable por otro, La última comunión de san José de Calasanz de Goya.

La incorporación temporal de esta pintura a las colecciones del Museo adquirirá una especial relevancia al tener lugar coincidiendo con la celebración de los doscientos años desde que éste abriera sus puertas en 1819, el mismo año en que fue pintada la obra. Su exhibición en el contexto de la mayor y más completa colección del artista permitirá profundizar en la esencia de su pintura, y de su arte en general, que revela un profundo y excepcional conocimiento del ser humano y de sus tensiones, desgarros y padecimientos. Goya pone todo ellos de manifiesto en ese gran lienzo de altar, con el estudio de cada uno de los caracteres de la escena, que parecen prefigurar un tema clásico del mundo occidental, como es el de estudio de las tres edades del hombre, o el de la mansedumbre contra la violencia, o el de la luz y la sombra como metáfora de los actos y pensamientos de los protagonistas.

La pintura religiosa de Goya
La visión romántica que consagró la imagen de Goya como un escéptico o descreído en materia religiosa, minimizando con ello el interés de su obra de carácter devocional, se ha modificado recientemente gracias al descubrimiento de nuevos lienzos suyos de asunto religioso conservados en colecciones particulares y, sobre todo, a la revisión de los frescos y lienzos de altar ya conocidos. Se puede ahora establecer con mayor certeza que la pintura religiosa tuvo un peso fundamental dentro de su producción. Como sucedió con la mayoría de los artistas de su época,los encargos para la Iglesia, públicos y de devoción privada, se documentan a lo largo de toda su trayectoria, constituyendo, de hecho, la segura base económica sobre la que cimentó su carrera artística.

La última comunión de san José de Calasanz, realizada en 1819 para las Escuelas Pías de Madrid, dos años después del también excepcional cuadro de altar de las Santas Justa y Rufina, para la catedral de Sevilla, cierra la pintura religiosa de Goya, además de ser su última obra pública.

En los últimos años el Museo del Prado ha adquirido diversos cuadros de devoción privada de Goya, como la temprana Santa Bárbara, dos composiciones de la Sagrada Familia, el compañero de una de ellas, Tobías y el ángel, y un San Juan Bautista niño en el desierto, con el fin de enriquecer la representación de la pintura religiosa del artista.

La última comunión de san José de Calasanz
Pintada en 1819 para la iglesia de San Antón del colegio de las Escuelas Pías de Madrid, fue el último de los grandes cuadros de altar de Goya. Nada se sabe de la relación de Goya con los escolapios en ese período, al margen de que el artista hubiera estudiado en las Escuelas Pías de Zaragoza (también llamadas colegio Santo Tomás), ni de la razón del encargo, aunque es posible que mantuviera relación con ellos ya que la orden estaba regida por aragoneses. El tema representando pudo ser propuesto por estos, como era habitual en los encargos de la Iglesia, centrado en la importancia que la Eucaristía había tenido para Calasanz, que en sus colegios instaló siempre en el centro la capilla para la celebración de la misma.

La compleja escena permitió al artista expresar la religiosidad del santo, su fe, su vida humilde y penitencial y su labor de magisterio. Lo acompañan varios sacerdotes de la orden y algunos niños de los más pequeños que, arrodillados a su alrededor, están subyugados por la entrega y abandono total de su maestro, tocado por la luz divina. El cuadro estaba dirigido a los profesores y alumnos del colegio de Madrid y a los fieles que asistieran a las funciones religiosas en la popular iglesia de San Antón. De todos los cuadros religiosos de Goya es el más evocador de un mundo elevado de espiritualidad suprema y santidad y llama la atención la disposición espacial y luminosa que revela la lección aprendida de Las Meninas de Velázquez con la que Goya buscó deliberadamente crear la ilusión óptica de que el espacio real de la iglesia se prolongaba en el espacio imaginado del lienzo.